
El uso de las VPN permite mejorar la seguridad y privacidad en la red tanto en equipos de escritorio como dispositivos móviles. Mediante esta tecnología se puede cifrar la conexión ocultando la dirección IP real y así se evita la filtración de datos.
Cuando la VPN no funciona bien se generan los siguientes problemas:
Velocidad mala
Al utilizar una VPN con fallos es probable que haya una pérdida de velocidad notable. Entre los más habituales está el uso de un programa desactualizado o una versión gratuita. Una mala conexión también puede ser fruto de un malware o de emplear programas que no están bien optimizados.
Continuos cortes
Otro supuesto es que aparezcan cortes de Internet de forma momentánea, una vez o esporádicamente. Sin embargo, a veces se convierte en un problema continua que afecta a la navegación e impide navegar con normalidad. Una mala VPN también es causa de los microcortes a la hora de hacer descargas, conectarnos a servidores o simplemente al cargar páginas en el navegador.
Sin acceso a algunos servicios
Si la VPN no se ejecuta correctamente nos impedirá utilizar determinados servicios o programas como juegos online o plataformas de vídeo en streaming.
No acceder a sitios bloqueados
Es importante comprobar siempre que la VPN funciona correctamente para evitar que afecta al uso de servicios que puedan estar bloqueados o páginas a las que se accede debido a que se está ocultando la IP real. Una VPN fallida es como no tenerla y podría darnos problemas para acceder a ciertos servicios.
Fuente: RedesZone
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